Datos personales

Mi foto
¿Que es Megapraxis? El mundo cambia, y el cambio constante es una de las ideas que conciernen a la Megapraxis, (Heráclito: "Todo fluye"). Otra es su universalidad: es global; hay que analizar todo, explicar todo; no nos conformamos con las partes. La realidad siempre es compleja y la complejidad también es megapráctica. Pero no todo va a ser análisis. Debe haber praxis ¿no? Pues eso, propuestas de acción práctica, que es lo que modifica la realidad. En resumen, conocer mejor la realidad para proponer acciones que la transformen, que la hagan progresar, que sumen “cuantos de progreso”. Pasito a pasito. Es muy simple. Pero no es fácil.

sábado, 18 de junio de 2016

Nueva geometría electoral, 2016: Reflexiones

Estamos en plena (re)-campaña electoral, a 8 días de las elecciones generales, las segundas en 6 meses. Esta circunstancia tan especial se debe a unos resultados electorales sin precedentes en las anteriores elecciones del 20 de diciembre pasado, que no han dado como resultado un gobierno por falta de apoyo mayoritario a un candidato a la investidura en el Congreso. Es curioso que nadie hubiera previsto que esto podría pasar, ni siquiera los próceres que redactaron la Constitución de 1978, aún vigente tras 38 largos años, y en consecuencia, tengamos que repetir el proceso 6 meses después, En estas circunstancias, quiero compartir algunas reflexiones aqui, con la esperanza de que sirvan para al menos discutir sobre ello y abrir el campo de debate un poco más allá de lo que permiten los canales de comunicación habituales, bastante estrechos estos días.

Primera reflexión: Los resultados del 20 de diciembre han sido consecuencia de un proceso, iniciado hace unos cuantos años, de pérdida de credibilidad del sistema político, que está ocurriendo no solo en España sino que es bastante global. El por qué se ha producido esa pérdida es obvio: el poder político no solo se ha olvidado de trabajar para el bien común, como es su obligación, sino incluso de disimular que para quien realmente trabaja es para el poder económico, el cual ostenta el poder real. Esto se ha ido haciendo cada vez más evidente, sobre todo en los ultimos años. Podemos rastrear en la historia reciente ese desencuentro creciente entre el sistema y la gente de a pie: Uno de los acontecimientos que más claramente lo evidenció fue el malestar ante la invasión y subsiguiente guerra de Irak en 2003. que condujo a múltiples protestas populares bajo las consignas de "Paremos la guerra" y "No a la guerra". A nivel nacional, este desencuentro ha brotado en diversas ocasiones, las más notables quizá sean las protestas espontáneas tras el atentado del 11 de marzo de 2004 en Madrid (11-M) y las acampadas del 15M en 2011 en la Puerta del Sol de Madrid y en muchas plazas a lo largo de todo el territorio nacional. Esa pérdida de confianza ha provocado que a ambos lados del espectro político, derecha e izquierda, se haya producido una fractura. Mientras los partidos tradicionales han sufrido un importante retroceso, nuevos partidos emergentes avanzan a ambos lados en un intento de tomar el relevo. Este proceso se ha ido siguiendo en este blog en diversas entradas desde 2013, en particular en una serie de posts iniciados a principios de 2014 sobre la "nueva geometría electoral" (31-1-2014; 4-5-2014; 19-5-2014; 11-1-2015; 14-12-2015 y 21-12-2015) de la cual este post forma parte. Este proceso continuará después de las elecciones del 26-J, que en este sentido debemos considerar como un paso más en el camino que configura el cambio que está experimentando nuestra sociedad. Los resultados de esas elecciones habrá que interpretarlos en clave de ese proceso, y no como un simple reparto de poder para los cuatro años siguientes, que es como habitualmente se interpretan. Las cosas ya no van a ser nunca como antes, y cuanto antes lo asumamos, mejor.

Segunda reflexión: El contexto europeo es importante, pues enmarca y encorseta nuestras posibilidades y condiciona nuestra capacidad de maniobra. La Unión Europea (UE) no ha sido ajena al proceso de pérdida de confianza en el sistema, sino que ha sido actor principal, propiciando políticas anti-personas, menoscabando derechos y sembrando la indignidad por doquier. La UE ha dejado de ser ese espacio de bienestar social y económico, de derechos, de igualdad, transparencia, solidaridad, ese espejo en que se miraban los demás países que aspiraban a mejorar la vida de las personas, y se ha convertido en todo lo contrario: la Europa del egoismo, de la mezquindad, de las barreras, de la desigualdad... ¿Quien quiere pertenecer a esa Europa? Carece del más mínimo atractivo, y por eso las fuerzas centrífugas amenazan con desintegrarla: ya no compensa pertenecer a la UE, especialmente a sus integrantes más ricos, que quieren abandonarla cuanto antes (Reino Unido vota en referendum el próximo jueves si abandona la UE o no). Es una Europa en pleno desmoronamiento moral, dispuesta a dilapidar sus valores y su prestigio por dar satisfacción a banqueros y grandes corporaciones que carecen de humanidad. No parece fácil en esta UE hacer prevalecer la sensatez, hacer que se abandonen las políticas de supuesta "austeridad", que no es tal, sino precariedad, desigualdad, pobreza e indignidad, que no han hecho sino empeorar la situación. No va a ser fácil imponer otra política distinta, mas racional, más pensando en el bien de todos, y no sólo en el de los poderosos. Grecia fue el chivo expiatorio elegido por la UE para mostrar a los demás países miembros que no había alternativa: que no se podía elegir: que fuera quien fuera a quien votaran los electores, se iba a hacer lo que la troika decidiera, en un acto de liquidación de la democracia descarado y sin precendentes. El mensaje de la UE parece ser, parafraseando a Vito Corleone: "votad, votad, que nosotros ya haremos una oferta a vuestro elegido que no podrá rechazar". Se ha entablado una lucha dialéctica entre dos modos de entender la política y la sociedad misma: aquellos que detentan el poder en la actualidad, y que abogan por la desigualdad, las barreras y las castas, y los que se oponen a ese statu quo, y luchan por la igualdad, la libertad y la solidaridad entre las personas. Es necesario un cambio, por lo tanto, que devuelva el poder a quien nunca debió perdero: el pueblo soberano, del que, según la Constitución, "emanan los poderes del Estado". La meta del cambio, por tanto, no puede (ni debe) limitarse a España sino que debe situarse en Bruselas.

Tercera reflexión: ¿Qué podemos esperar tras estas elecciones? Pues será un pasito más en el camino que conduce a un nuevo equilibrio de poder, que tendrá seguramente más etapas. El proceso ya se ha iniciado. Las encuestas pre-electorales dicen que no va a haber grandes cambios con respecto a las elecciones de hace unos meses, pero suelen equivocarse bastante, y sus equivocaciones suelen ir predominantemente en un sentido: subestimar la magnitud del voto por el cambio, y sobreestimar el voto al statu quo. A estas alturas ya sabemos que el voto a nivel estatal se concentra en 3 partidos políticos (PP, PSOE y Ciudadanos) y una coalición electoral constituida por partidos de izquierda, Unidos Podemos (procedente de la fusión de Izquierda Unida+EQUO y Podemos+Mareas). Los partidarios del statu quo actual son los tres partidos citados (que, por ejemplo, votan conjuntamente medidas en la UE en favor de tratados como el TTIP, verdaderos pilares de la política neoliberal que rige en la UE), y los que lo cuestionan y desafían son los de la coalición Unidos Podemos. Todo parece indicar que ésta última formación superará al PSOE (segundo partido más votado en las útltimas elecciones) pasando éste al 3º puesto por primera vez en la historia de la democracia reciente en España. Se da la paradoja que el PSOE, viendo disminuir su expectativa de voto en favor de Unidos Podemos, intenta detener esa sangría atacando a ésta formación, pero cuanto más la ataca, más votos pierde por la izquierda, pues se pone en evidencia como un partido contrario al cambio que con toda seguridad ansían sus votantes. Este error estratégico le puede costar muy caro al PSOE. Su homólogo griego, el PASOK, ha desaparecido prácticamente del mapa por lo mismo, y hay muchos otros partidos de corte "socialdemócrata" en Europa en trance de desaparecer del mismo modo.
Así, con un PSOE en caída libre, y un flanco derecho tirando a estable, la coalición Unidos Podemos tiene muchas posibilidades de crecer, pero ¿será suficiente? ¿cuales son las perspectivas del voto anti-troika? Pues pocas: por mucho que crezca, Unidos Podemos no va a alcanzar una mayoría que le permita gobernar tras las próximas elecciones generales. No parece, por otro lado, que un acuerdo por la derecha PP-Ciudadanos sume como para permitir un gobierno derechista como el que hemos tenido hasta ahora. Eso solo podría ocurrir si el PSOE lo permite (y muchos dirigentes de este partido, los de su ala más "conservadora" se han manifestado partidarios de esa posibilidad). Ese tipo de "gran coalición" anti-cambio es bastante probable. Solo un acuerdo Unidos Podemos-PSOE daría al traste con esa posibilidad, permitiendo un gobierno de cambio, pero el PSOE ya ha manifestado que está muy lejos de esas posiciones. Así, se da otra paradoja con el PSOE, que es que sus votantes, fundamentalmente gente de izquierda, temen que si votan a su partido acabe gobernando la derecha, y sienten que para que la izquierda llegue al gobierno, no deben votar a su partido. Eso puede acabar alejando definitivamente los votos del PSOE de las urnas.

Reflexión final: En resumen, las perspectivas para este 26J son que es muy difícil que en esta ocasion salga un gobierno anti-troika. Si, a pesar de todo, se alinean los astros y sale un gobierno de izquierda, éste tiene pocas posibilidades de modificar las políticas dictadas por la troika en la UE. Pero por algo se empieza: ya no sería sólo Grecia. quizá los demás países de la UE pondrían sus barbas a remojar, comenzando a poner en marcha un nuevo ciclo político menos indigno, más comprometido con el pueblo soberano, menos entreguista frente a los poderes económicos. Puede que el péndulo se situara otra vez en el lugar de donde nunca debió moverse: alineado con la justicia, la igualdad, la libertad y la solidaridad entre los pueblos de Europa.

¡Salud y megapraxis!

(PD: Y recuerden: la abstención no es neutra, véase post del 31-1-2014).

Dedicado a Bettie Jander :-)



martes, 14 de junio de 2016

Telarañas

- ¡Uf! ¡cómo está esto de telarañas!
- Aqui hace meses que no escribe nadie.
- ¿Qué le habrá pasado a Megapraxis?
- Estará cansado.
- ¡Claro! Tanto tiempo escribiendo...
- ...desde 2010
- Si, antes del 15M.
- y tan solo...
- ¿Cómo que sólo? El Google Stats dice que la gente sigue leyendo sus posts.
- ...Y dejando algún comentario que otro.
- Eso también.
- Oye, ¿tú crees que habrán servido de algo todos esos posts que escribía Megapraxis?
- ¿Y yo qué sé?¿cómo voy a saberlo?
- Pues es verdad. ¡A saber!
- ¡Mira! ¡hormigas!
- Siii, ¡qué ricas! ¿quieres unas pocas?
- No, gracias, estoy a dieta.
- Tú te lo pierdes.

lunes, 21 de diciembre de 2015

Nueva geometría electoral para 2015 (y VI): parada y fonda

En este blog siempre he evitado escribir "al hilo de la noticia". Ni me gusta ni creo que sea una buena idea, ni entra dentro del estilo ni de los objetivos de este blog. Aqui se procuran reposan los pensamientos, se dejan decantar, a veces se destilan y hasta se intenta que cristalicen. No obstante, hare una excepción hoy, porque un día después de las elecciones generales, a las 8 de la tarde, no puedo más que ceder a la tentación de especular tal y como vienen haciendo los periodistas, opinadores varios y políticos de toda condición en las noticias, en las redes sociales, en los medios en general.
Empezaré resumiendo la situación hoy 21 de diciembre. Los resultados electorales han definido por fin aquello que se ha venido fraguando en los ultimos dos años y que en este blog denominamos "Nueva geometría electoral". Hace tiempo que se advertía un cambio, que permitía alimentar cierta esperanza en el advenimiento de una nueva era política. Las circunstancias han matizado mucho esa esperanza, devolviéndonos, una vez recontados los votos, a una realidad no tan ideal, en la que unas elecciones generales no son más que un escalón en una evolución mayor, de más envergadura, más sólida, hacia una sociedad más justa. En esa clave de evolución contínua es en la que me gustaría que se leyeran los resultados.
En este sentido, los cambios que trae la nueva geometria electoral de 2015 son modestos. La siguiente tabla nos lo resume en cifras muy concisas:



Los datos son del Ministerio del Interior. La tabla y la elaboración son mías. ¿Por qué hago yo la tabla y no la copio de cualquier medio, que son más bonitas? Pues porque en ningun medio aparecen algunos de los datos que se muestran en "mi tabla". En especial fíjense en la cuarta columna (de izquierda a derecha). ¿Qué tiene de especial? Pues son los porcentajes de votos a cada partido sobre el total del censo. Ayuda a relativizar estos datos sobre el total de la población en edad de votar (censo electoral).
Obsérvese cómo con un modesto 19,7% de este censo, es decir, menos de 1 de cada 5 personas, se puede dominar un resultado electoral como en esta ocasión ha hecho el PP. Cuando oigan a alguien decir "el PP es mayoritario" le pueden contestar: solo uno de cada cinco personas que podían votar han votado al PP.
Otra forma de relativizar es, por ejemplo, comprobar que la opción más prevalente no es votar al PP ni a ningún otro partido, sino abstenerse (casi 10 millones, que con los que votan en blanco o nulo suman 11.58 millones de personas, un tercio de los españoles censados). He escuchado muchas veces ayer y hoy decir que los españoles somos tontos a la vista de estos resultados. En mi opinion el porcentaje de tontos está dentro de lo normal.
Una cuestión importante que pone de manifiesto los datos de la tabla es el injusto reparto de escaños. Con 7,21 millones de votos, un 19,7% sobre el censo, o un 28,9% sobre los votos escrutados, el PP obtiene el 35% de los escaños de la cámara baja, mientras que con casi 1 millón (0.93 millones), 7,7 veces menos que el PP, IU-UP obtiene 61,5 veces menos escaños. Es decir, el voto a IU-UP es 61,5/7,7=8 veces menos eficaz que al PP en la obtención de escaños.
Es interesante comprobar cuanto suman partidos afines de ámbito nacional (por el momento dejaremos aparte los nacionalistas). Por ejemplo, entre PP y C's, ambos partidos del ala derecha del espectro político, y por lo tanto con afinidades que podrían hacerles coaligarse para gobernar, suman 10,71 millones de votos, mientras que, si tenemos que clasificar a los partidos del ala izquierda, tendremos que sumar votos al PSOE, a Podemos y a IU-UP, que son de izquierda al menos en origen y por sus votantes (no por sus dirigentes en el caso del PSOE): en este caso los votos suman 11,64 millones, o sea, casi 1 millón más que los de derechas. Seguimos, pues, conservando las dos Españas de las guerras carlistas/liberales decimonónicas en un estado perfecto.
Entonces ¿en qué podemos notar la existencia de una "nueva geometría electoral" tras estas elecciones? Pues en que han irrumpido nuevas formaciones políticas que han trastocado un poco el mapa, aunque los dos bloques derecha/izquierda siguen intactos, para desazón de aquéllos que creían superada esa dicotomía. No lo veran sus nietos, pues es una división mucho más profunda de lo que habitualmente se cree, y está presente en todo sistema político, de forma más o menos explícita.
¿Cuánto ha cambiado el tablero político tras estas elecciones? Pues la principal diferencia es que se han fracturado los dos grandes bloques, el de derechas, monopolizado por el PP, y el de izquierdas (con las salvedades enunciadas anteriormente) formado por esencialmente dos fuerzas, PSOE e IU. Por el ala izquierda ha irrumpido Podemos, muy fuertemente, llevándose un buen pellizco de votos del PSOE y algunos de IU. El PSOE tuvo 7 millones de votos en 2011, y ha pasado a tener 5,5 millones en estas elecciones. Por su parte, IU tuvo 1,6 millones en 2011 y ha pasado a 0.93 millones, es decir, ambos han perdido 1,5 y 0.7 millones respectivamente, y entre ambos, 2,2 millones, pero Podemos (y sus coaliciones en determinadas circunscripciones) ha obtenido 5,2 millones, más del doble de lo cedido por los dos partidos mencionados. ¿De dónde han salido esos votos? Pues hay varias fuentes posibles: algunos abstencionistas menos en estas elecciones, junto a votos de izquierdas de determinadas opciones de fuerte implantación nacionalista en Cataluña y Euskadi, donde esta formación ha obtenido muy buenos resultados, podría explicar esta diferencia. Por su parte, la irrupción de C's en el ala derecha no ha hecho variar demasiado la situación en este flanco, ya que prácticamente se queda como estaba, pues el PP obtuvo 10,9 millones de votos en 2011, lo cual es más o menos igual que lo obtenido por la suma del PP más C's en estas elecciones (10,7 millones).
Una modesta reflexión: si la izquierda hubiera acudido junta en coalición a las elecciones, probablemente hubiera podido lograr mayoría suficiente como para formar gobierno. Ello habría significado un gran avance frente a las políticas actuales que solo pretenden hacer retroceder nuestros derechos, servicios públicos y bienestar. Al no haberlo hecho, se ha diferido el establecimiento de las bases que den solución a la situación de precariedad social que rige actualmente, o al menos que la mitiguen. En consecuencia, todo será más lento y más difícil por la proverbial división de la izquierda.
En conclusión, la nueva geometría electoral ha hecho variar algo el panorama, pero no lo suficiente: la derecha sigue siendo muy fuerte a pesar de la terrible legislatura que ha protagonizado, que quedará para la posteridad como la peor de la historia reciente de España: la más desastrosa en términos económicos, pero también la más inhumana por la violencia verbal y física ejercida contra los ciudadanos desde las esferas del poder. Lo más importante es que ya no podrá gobernar sin freno con la mano dura que ha empleado sin compasión contra los ciudadanos de este país. Tendrá que pactar, o algo. Por su parte, el cambio político no ha llegado aún al Parlamento, pero parece que está en camino. Es un proceso lento, en el cual estas elecciones no son más que una etapa, y probablemente no es la más importante.
Para finalizar, un temor: se ha hablado mucho hoy de un "pacto a la alemana" entre el PP y el PSOE, que permitiría gobernar a una coalición un tanto "contra natura" 4 años. Se habló de tal coalición antes de las elecciones, y siempre fué descartada por los protagonistas, especialmente el PSOE, a cuyos votantes les parecería la mayor de las traiciones hacer ese pacto. Hoy sin embargo, determinados dirigentes del PSOE han expresado su opinión favorable a dicho pacto. Si pactan, habrán dado la razón a los críticos del "bipartidismo PPSOE" y los votantes que le quedan al PSOE, muy moscas ya con este partido por sus repetidas traiciones, no lo tolerarán. Puede ser el principio del fin de este histórico partido.

¡Salud y megapraxis!


lunes, 14 de diciembre de 2015

Nueva geometría electoral para 2015 (V): Se acerca el gran momento

"Doce años de propaganda tenaz tienen más fuerza de convicción que todo el sistema filosófico". 
Eso escribió Gabo (García Marquez) al inicio de su viaje por Europa del Este, en 1957, doce años después del final de la 2ª guerra mundial y el inicio de la guerra fría. Eso es lo que pensó al cruzar la frontera que dividía entonces las dos Alemanias y caer en la cuenta que el telón de acero no existía, que era una licencia periodístico-literaria. Que no existía el telón de acero (o como él dice, "la cortina de hierro") era de sentido común, pero la propaganda es un eficaz antídoto contra el sentido común.

En estos días de campaña electoral se siente como en ningún otro momento la fuerza de la propaganda para borrar la realidad y sustituirla por un mundo inventado. No otra cosa es el panorama que nos presentan los principales medios de difusión, cuya principal misión estos días es hacernos olvidar que durante los últimos años un grupúsculo de mafiosos ha intentado arrebatarnos todo: nuestros derechos, nuestro medio de vida, nuestros servicios públicos, nuestra dignidad, nuestra esperanza en un mundo mejor. Todo. Iban a por ello sin avisar, de forma subrepticia, sin hacer ruido (chitón en su programa electoral), pero en cuanto se quitaron la careta fueron con una determinación, una sangre fría, y una inhumanidad acojonantes, y han logrado una buena parte del botín que esperaban conseguir: somos más pobres (segundo pais más desigual en la UE, después de Rumania, pobreza energética, desahucios, menos ayudas sociales, caída en picado de la renta media en España), tenemos trabajos más precarios (record de precarización del mercado laboral, falsos becarios, contratos de 1 día, más facilidad para despedir), menos derechos y libertades (ley mordaza que atenta contra los derechos fundamentales de libertad de expresión, reunión y asociación, ley de tasas judiciales que abole el derecho a la justicia gratuíta y universal, reforma laboral...), y nuestros servicios públicos (sanidad, educación) se tambalean...Mientras ellos disfrutan de los dividendos. Más ricos (corrupción, preferentes, amnistía fiscal...), más beneficios, más dinero en paraisos fiscales. Un auténtico robo con la mayor de las impunidades posibles: nadie va a la carcel por robar del erario público, solo se va a la carcel si se protesta contra este estado de cosas manifiestamente injusto. Ese puede ser el resumen de la legislatura que termina: un país en quiebra, con varias generaciones futuras endeudadas, corrupto hasta la descomposición, sin ley ni obligaciones para los poderosos (doctrina Botín, indultos a banqueros, reforma del código penal para garantizar impunidad de facto en delitos de corrupción...). Sin embargo, los politicos al mando (bajo órdenes de los poderosos), y sus voceros de los medios, repiten el trágala de la "recuperación económica", apoyándose en cifras manipuladas, cuando no directamente inventadas.

Lo cierto es que esta legislatura pasará a la historia como la más ruinosa de nuestra historia reciente, como dice Emilio de la Peña en su post: "Para no olvidar". Roberto Centeno dice en "El Confidencial "La deuda de Rajoy arruinará varias generaciones". Las cifras de desempleo siguen siendo las mismas que en 2010 (con tasas de paro escalofriantes), solo que la población activa se ha reducido, por ejemplo, porque 1.000.000 de personas desde 2009 han decidido abandonar este país sin futuro, la deuda pública ha seguido creciendo al mismo vertiginoso ritmo (recuerden: aquella deuda que había que reducir como fuera, y por ello hubo que hacer todos aquellos recortes en los servicios públicos, perdiendo recursos básicos en sanidad y educación públicas, que tardaremos años en recuperar, si lo recuperamos algún día): hoy tenemos la deuda más alta de los últimos 103 años en términos porcentuales respecto al PIB, habiendo crecido un 57% desde que Rajoy es presidente. ¿No es todo ello una estafa? Si recortaron servicios públicos para disminuir la deuda, y esta no disminuyó sino que aumentó, pero mientras hemos perdido recursos públicos, hábilmente transferidos a manos privadas de amiguetes... ¿no es razon como para que los responsables sean juzgados por estafa al pueblo español? No pierdo la esperanza de verlos responder de sus crímenes ante un tribunal justo.

Poco o nada de eso se difunde por los medios más adictos al poder. Repiten la cantinela "recuperación", "salida de la crisis", y se obra el milagro: la gente olvida que ha sido insultada (recuerden a Fabra en el Congreso: "¡Que se jodan!", constantes insultos y calumnias contra funcionarios, profesores, sanitarios, etc), robada ("Luis sé fuerte", preferentes), ultrajada, humillada, maltratada... Recordemos: esta gente envió unidades anti-disturbios armada hasta los dientes a manifestaciones pacíficas y cargaron violentamente en numerosas ocasiones sin justificación alguna, por ejemplo cuando golpearon a niñas menores de edad que protestaban porque tenían frío en su colegio, o a ancianos que se manifestaban pacíficamente, y se excedieron tanto que hasta Amnistía Internacional pidió explicaciones. La gente, decíamos, olvida lo que han hecho sus gobernantes, y acaba viendo en ellos una especie de "mal necesario", al cual hay que votar para evitar que vengan "los otros", las hordas de Atila, que se llevarán por delante el país y se comerán a los niños crudos.

Todo esto explicaría que un partido como el PP, en las actuales circunstancias siga siendo votado por varios millones de personas en España. Pero ... ¿cuantos? Esto nos lleva al tema del post de hoy: el quinto de la serie "Nueva geometría electoral para 2015" de este blog, iniciada en enero de 2014 y que en sucesivas entregas ha ido siguiendo la evolución de la "geometría electoral" en nuestro país los últimos dos años. Creo que fuimos de los primeros en advertir públicamente el cambio que se estaba produciendo allá por 2013, cuando se empezó a hacer muy patente la enorme bajada en la intención de voto hacia los dos partidos hegemónicos hasta entonces en el parlamento español: el PP y el PSOE. El descenso era en torno al 50% en ambos casos y no había opción alternativa que los recogiera. A principio de 2014 emergió una nueva formación, Podemos, que parecía estar recogiendo el descontento de la izquierda con sus opciones tradicionales, PSOE e IU. Poco después surgió a nivel nacional un partido que ya llevaba unos años actuando en Cataluña, sin mucho éxito, hay que decirlo, Ciudadanos, una réplica afecta al statu quo diseñada y lanzada desde los poderes económicos para evitar que el desplome del PP les haga daño en su chiringuito. La historia desde entonces ha sido un crecer en expectativas para estos dos partidos a expensas de los partidos tradicionales, si se me permite el resumen simplificador, que omite matices quizá importantes.

En este contexto ¿que cabe esperar en las próximas elecciones generales (dentro de una semana)? Ojalá tuviera una bola de cristal, pero tenemos que conformarnos con usar la razón y los datos que tenemos a mano. Las encuestas y sondeos pre-electorales han perdido mucha credibilidad (ya lo veníamos anunciando por ejemplo, en el 4º post de la serie antes mencionada), así que vamos a aventurarnos por otros caminos: en 2011 el PP logró un resultado extraordinario, casi 11 millones de votos, algo que no repetirá ya nunca más. Incluso sería imposible siquiera acercarse a esa cifra tras una legislatura tan bochornosa como la actual: los 11 millones de votos surgieron de un estado de cosas muy particular, un gobierno socialista naufragando ante el temporal neoliberal que se le imponía desde la Troika, con un final de legislatura realmente indigno para este partido. Ahi alcanzó el PP su "techo" histórico, y con él la derecha en España (pues el PP entonces era hegemónico en ese lado del espectro político). Digamos que un par de millones de votos de aquellos se deben unicamente a esa situación tan peculiar. Hoy cabe pensar que el PP, incluso si hubiera tenido una legislatura "normal" no conseguiría votos suficientes para una mayoría absoluta. Pero la legislatura no ha sido normal, y el caso es que desde entonces el PP ha perdido alrededor del 50% de los votos, la mayor parte en favor de Ciudadanos, la "nueva derecha". Como ven, los votos ni se crean ni se destruyen, solo se conservan entre ambos lados del espectro político. Lo mismo podemos decir al otro lado: El PSOE ha reducido sus expectativas aproximadamente al 50%, en favor fundamentalmente de Podemos. IU se queda como está o crece algo. Por cierto, el centro político no existe en España: véase el post: "Lo apolítico".

Mi "apuesta" sería que se va a alcanzar un equilibrio similar izquierda-derecha que el que ya existía, pero con cuatro partidos, ya que el bipartidismo se ha roto por la mitad por sus dos lados, dando lugar a un tetrapartidismo por bipartición. Esto, ley D'Hont mediante, significa que los partidos "viejos" tienen aún alguna ventaja por su mayor implantación territorial, y en escaños aventajarán algo a los nuevos, algo que no tiene por qué durar muchos años. Sin embargo, aunque los nuevos partidos han venido para quedarse, son menos estables que los viejos, que tienen más estructura y apoyos institucionales, financieros y mediáticos para permanecer.

En definitiva, el bipartidismo se ha dividido, lo cual le ha hecho más débil. Se intuye cierta renovación tanto externa como interna: mientras emergen nuevas fuerzas políticas,  las antíguas se resisten a entregar la pelleja, pero para permanecer necesitan renovar sus cuadros, so pena de caer aún más de lo que ya han caído. Lo que se avecina puede parecer una nueva edición del bipartidismo, pero menos rancio, al que cabe presagiar menos facilidad para pisotearnos impunemente como han hecho hasta ahora. Eso hemos ganado en el camino. En concreto, es dudoso que ni PP+Ciudadanos, ni PSOE+Podemos tengan opciones de ganar por mayoría absoluta y gobernar sin freno, como ha hecho hasta ahora el PP. Es más, necesitarán el concurso de otras fuerzas políticas, y en esto ni PP ni Ciudadanos lo tienen fácil, pues han hecho bandera de un anti-nacionalismo que les ha enfrentado a la mayor parte de las opciones en las que tradicionalmente se apoyaba la derecha para gobernar cuando no llegaba a obtener los escaños suficientes: la derecha nacionalista.

¿Qué esperaban? Lo cierto es que no hay que esperar que todo cambie en unas elecciones. Las elecciones tienen el poder que tienen, y el germen de lo nuevo hay que buscarlo en otros sitios. Mientras los españoles sigamos siendo demasiado conformistas y tolerantes con la injusticia, esto seguirá así. En el 15M se dijo "Dormíamos, despertamos", y poco después nos volvimos a dormir, salvo honrosas excepciones que siguen luchando todos los días en la calle frente a las injusticias (desahucios, mareas, etc). Hasta que no nos despertemos del todo nos seguirán tomando el pelo. Mientras, la política tiene también que poner su grano de arena para el cambio. En este contexto, las perspectivas del "voto antitroika" son bajas, pero van avanzando. A nivel nacional Podemos e Izquierda Unida son las únicas opciones que cuestionan claramente las politicas que nos han llevado a la desastrosa situación actual. Lástima que estas dos formaciones no hayan llegado a  acuerdos para formar un frente anti-troika. El futuro necesariamente pasa por la creación de un frente anti-troika no solo en España sino en toda Europa. De otra forma no habrá manera de parar el reformismo neoliberal que asola este viejo continente para hacerlo más viejo aún.